El Faradio, Prensa

Cerdos

Aprendí muchísimo con EL LIBRO REBELIÓN EN LA GRANJA de George Orwell y eso que lo leí a los quince años. O, quizá, precisamente por eso. Me quedaría corta si dijese que el librito en cuestión me pareció buenísimo. No era un cuento como yo había creído al principio, si no un verdadero tratado filosófico. Un tratado de Filosofía Política que, además, me dio a entender que una servidora no era tan ignorante como había pensado siempre pues, era evidente, fui capaz de captar sin asomo de duda hasta qué punto unos animales que, hasta ese momento, me habían parecido muy simpáticos, se convertían en lo peorcito de la granja, país, en fin lo que ustedes quieran, en unos seres mezquinos, y falsos, y traidores y sanguinarios capaces de calcular al peso la vida de sus compañeros y de convertir en comida para los perros el cuerpo aún con vida de Boxer, el caballo, que, aparte de ser tonto, ya no servía para nada.

Aprendí también – Orwell es muy buen maestro – que lo decisivo en esta vida no son las etiquetas – cristianismo, judaísmo, islam, democracia – sino lo que hacemos en su nombre. Que se lo pregunten a los cruzados – antes – o a los rabinos -ahora – que permiten a los soldados sionistas violar a mujeres palestinas y matar a los bebés en nombre de no se sabe qué.

Comprendí con qué facilidad los cerdos asumieron las costumbres, los trucos, y brutalidades de los que fueron sus amos. Con qué rapidez su retorcida mente transformó el principio del “Todos somos iguales” en el de “Sí, todos somos iguales pero unos más que otros”. Con qué arrogancia aquellos cerdos, tan parecidos a estos terribles cerdos de ahora, justificaron sus actos ayudados por el velo de mala conciencia e hipocresía que extendieron sobre ellos los medios de comunicación, los políticos que medran a la sombra de sus millones, los ignorantes que los jalean.

Con qué astucia y poco a poco (los cerdos cuando eran víctimas, perdón, las víctimas cuando eran cerdos) fueron escalando puestos de poder hasta llegar a controlarlo todo y no necesitar ya más ocultar el enorme placer que les causa utilizar la fuerza bruta para imponerse.

Sí, REBELIÓN EN LA GRANJA es un cuento filosófico que describe la transformación de un movimiento de liberación en un régimen bestial y totalitario liderado por un déspota. O lo que es lo mismo – y permitan que lo repita por si todavía no se habían dado cuenta – la transformación de un pueblo respetable en una banda de asesinos liderados por un genocida llamado Netanyahu. La transformación de todas nosotras y nosotros y de las instituciones que hemos creado a lo largo de tantos años de supuesta democracia en unos seres sin redaños ni coraje, sin conciencia ni recursos para decir basta y poner fin a esta masacre

En fin, un libro esclarecedor. Pura profecía.

Para que luego digan que la Literatura no sirve para nada.

Artículo publicado en El Faradio el 24/12/23.