Lo que una escribe, ya lo sé, no tiene maldita la gracia. Ya me gustaría. Lo de la gracia, digo. Ese envidiable sentido del humor
Continuar leyendoAcabé el año, distraída y sola jugando al fútbol con las migas de la mesa: bolitas que incansablemente lanzaba de un lado para otro, amontonaba,
Continuar leyendoHe aprendido a cambiar sobre la marcha. A no intentar convencer a nadie. No discutir.Escuchar solo las opiniones y los consejos de la gente que
Continuar leyendoUna escribe para que la lean. Y escribe también para sacudirse la obligación de cerrar la boca. Una obligación impuesta a las mujeres de mi
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